Desde la ventana se observan los vientos
Que corren como hormigas
Cargando historia sobre sus hombros.
Historias que llevan y traen entre las nubes,
Mientras tanto, yo sigo en mi cama.
El astronauta,
Con ganas de escapar,
Para encontrarle un sentido a tantos números,
Sólo sueña.
Sueña el silencio que acompaña
A la eternidad de los segundos.
Y el frío me acosa.
Deseoso de gritar y no ser oído,
De observar y no ser visto
Y de respirar sin oler,
El astronauta llora.
Mi almohada ya no es suficiente.
¿Acaso el desencanto por esta oscuridad,
El ruido incesante de fantasmas
Y los colores muertos,
Son el destino de este hoyo?
Frente a todo esto, se cierran mis ventanas
Pues esperan a las tormentas del pasado,
Que lleguen con la ansiedad
De secar los arroyos.
Y a todo esto, nunca pude dormir.
Supongo que ya debe estar llegando
Mi compañero terrícola