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lunes, 18 de marzo de 2013

Lunas

Un cohete ha despegado.
Desde la ventana se observan los vientos
Que corren como hormigas
Cargando historia sobre sus hombros.
Historias que llevan y traen entre las nubes,

Mientras tanto, yo sigo en mi cama.

El astronauta,
Con ganas de escapar,
Para encontrarle un sentido a tantos números,
Sólo sueña.
Sueña el silencio que acompaña
A la eternidad de los segundos.

Y el frío me acosa.

Deseoso de gritar y no ser oído,
De observar y no ser visto
Y de respirar sin oler,
El astronauta llora.

Mi almohada ya no es suficiente.

¿Acaso el desencanto por esta oscuridad,
El ruido incesante de fantasmas
Y los colores muertos,
Son el destino de este hoyo?

Frente a todo esto, se cierran mis ventanas
Pues esperan a las tormentas del pasado,
Que lleguen con la ansiedad
De secar los arroyos.

Y a todo esto, nunca pude dormir.
Supongo que ya debe estar llegando
Mi compañero terrícola

miércoles, 16 de mayo de 2012

Todo un niño

Mis sueños rotos
Mi mirada ida
Las voces que ensordecen mis oídos.
No quiero decepcionar
Y pedir perdón
Es darme cuenta que me he aliado
De mi peor enemigo.

Que hipócrita soy
Y que idiota al creerme superior.
Esta vida ya la pasó alguien más
Y los pasos que doy
Son rastros del que ya nada puede decir.
No quiero perder
Pero así soy yo.

Digo, me dices
Contesto, respondes.
Una cadena de conversaciones
Que siempre llevan a mi hipocresía.
Esa que observaba cuando de niño observaba
A la pelota girar en pies ajenos.
Y que alguien gritaba de exaltación
Mientras yo veía desesperación.

Estoy creciendo
Y sólo veo lo que no soy.
Mientras una granada en mi pecho
Parece explotar porque nadie controla
Cuando los sentimientos
Se mezclan con pólvora.

Sí mi cerebro funcionara,
Tal vez estaría sonriendo
Pero,
De nuevo,
Que hipócrita eres

lunes, 27 de febrero de 2012

Primario

Sangre en tus dedos.
Rojo, rojo, rojísimo.
No paro de mirar tus dedos
Ese pedazo de color.
Hay un brillo espiritual
Que deja ver tu sonrisa en ese rojo.
Hay unos labios que no paran de moverse.

Soy un loco en la montaña.
Me asustó fácilmente.
Sólo me quedo sentado.

Quisiera que ese rojo viviera eternamente
Y que ese amanecer de ojos,
Donde muestras un Sol que no para de brillar
Y quema mis sentidos,
Sólo se apague cuando estés en mis brazos.

Tengo miedo.
No quiero lágrimas globulares
No quiero un corazón salino.
No quiero que tu rojo
Se empañe con el mío.

Quiero tenerte a mi lado
Así no sepas lo que siento
Porque eres el rojo de mi vida
Que me obliga a levantarme.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Soy Estudiante

Nunca se termina de aprender. Todos tenemos realidades, que día a día afrontamos con nuestras miradas al frente. Cada momento, nos brinda la capacidad de pensar en el mundo que nos rodea, en las personas que lo viven, y en las decisiones que toman. Soy estudiante, porque tengo que ir a clase. Una clase donde la naturaleza me enseña que todo tiene una razón de ser y donde cada acción ha tenido una causa y tendrá su consecuencia. Una clase que te hace recordar todo lo que olvidaste en vacaciones. Esas vacaciones donde se te olvidó que el mundo no es estático, y las personas que lo habitan no están quietas. Por eso, caminas. Te das cuenta que la clase no se da en un salón, porque las enseñanzas no se limitan a los muros. Caminas y miras realidades. Ropas mojadas, hijos asesinados, insultos, palos, piedras, lágrimas, y tantas cosas que encuentras cuando caminas. Te enteras que las cosas no sólo pasan porque una persona las hizo, sino porque está en un espacio. Porque vive, existe y no está solo.

Soy estudiante, porque me equivoco. Porque el estudiante quiere ser corregido. Porque el aprendizaje depende del error. De la ignorancia. Educar se refiere a la capacidad de iluminar aquellos espacios que dejabas a un lado, simplemente porque no tenías ojos para entender. Porque no sabes lo que es un camino hasta que lo transitas. No sabes lo que es pobreza hasta que la vives. No sabes lo que es soledad hasta que te coge de sorpresa.

Tengo lápiz y borrador. Escribo historia, enseñanzas, creencias, experiencias, sentimientos. Borro la incredulidad y la ignorancia de un mundo que no es oscuro. Estoy rodeado de colores y matices, de texturas, sabores y olores.

Viva la vida para aquel que estudia, que se dedica para someter sus sentidos a las experiencias. Para aquel que quiere equivocarse, con tal de que alguien le enseñe. Porque ser estudiante no es más que disposición. Es decirle a una mujer que la amas, es escupirle a la injusticia, es gritar hasta que no tengas aliento dentro de tu cuerpo, es detenerte y mirar lo que te rodea. Respira ese aire y vive ese momento. No hay nada más hermoso que darte cuenta que todo lo que creías, puede ser derrumbado porque el que no se ocupó sólo en pensar, sino en vivir...en ser estudiante.

Lo único triste de este día y de estas palabras es que me costaron 6 millones de pesos

miércoles, 3 de agosto de 2011

El Manzano

Pienso en esa excitación.
En ese momento en el que acariciabas tu pelo
Y me mirabas.
Eramos sólo los dos;
Con la música de los vientos
Que acariciaban nuestros cuerpos.
Cuando pienso en ese momento,
Me doy cuenta que tengo
Corazón de madera.

Porque yo soy rama de árbol
Que te da sombra para que no te quemes.
Soy rama que alimenta.
Que te deja frutos con sonrisas.
Rama simple.

Pero prefieres irte con
El oro y su brillo.
Con el metal y su dureza.
Con el héroe que te abraza
Y te cuenta todas sus aventuras.
Él, que te ahorca con sus músculos
Y que te deja sorda con sus historias.
Que pisotea y se cree grande
Sólo porque se burla de los enclenques
Y su debilidad.

Porque el héroe reclamó su premio.
El héroe de las pesas y gimnasios.
Drogas y fiestas.
Bailes y dinero.
Montañas artificiales
Sobre sus brazos y su torso.
Un cuerpo
Que es obra de su vanidad
Más que de su naturaleza.

Mientras tanto,
No eres capaz de mirarme.
Sólo miras lo que te conviene.
Te quedaste ciega.
Me sonreías
Y sólo lo hacías
Porque fui capaz de secar tus lágrimas.
No escuchas mis palabras
Sólo quieres abrazos.
Quieres el pañuelo.
Ese que te hace recordar
Que necesitas a otro héroe.

Me dejaste débil
Y ahora te burlas de mí.

Sólo soy rama.
Amarrada.
Resistente pero usada.
Atascada y sin poder evitar esa imagen:
Esa sonrisa que acaba de ser mordida
Por el heroísmo
Como manzana en el paraíso.
Ese fruto que me quitaste de encima
Cuando te subiste como gato
Al tronco del árbol que comparto.
Cuando arrancaste con tus garras
Lo poco que te podía compartir.
Cuando saltaste
Y sin miedo a las alturas
Porque el héroe alentaba tu osadía.

Ya sólo soy rama
Débil
Y sin frutos para dar.
Todo me lo quitó esa mujer
A la que le daba sombra
Cuando miraba hacia arriba.

viernes, 15 de julio de 2011

El Éxito del Amor

No hace mucho me preguntaban si prefería éxito en el dinero, en la salud o en el amor. Cuando esas palabras salían de su boca, pensaba en el éxito. Es decir, hay un momento de tu vida en el que revisas lo que has hecho y te das cuenta que alcanzaste un punto de orgullo en el que puedes admitir que lograste cumplir un sueño. Ese momento, tiene que ser la muerte. No imagino otro momento en el que me de cuenta que pueda asegurar que hay éxito porque tus deseos nunca se acaban. Apenas alcanzas algo, quieres otra cosa. Entonces, ni siquiera en tu muerte puedes mirar ese éxito porque, seguramente, quedó algo insatisfecho.

Ahora, yo respondí, rotundamente, que quería éxito en el amor. Pensaba: puedo estar enfermo y pobre, pero sí tengo amor, soy feliz. Puede sonar cursi y sobre todo para aquel que dice: esa mierda no existe. Claro, un día dudaré de la misma manera porque estaré chillando por alguna mujer que me destrozó. Pero prefiero saber que estoy llorando por algo que pasó en mi vida, que mirar el techo sin hacer nada por tener miedo a las lágrimas. Es que yo no quiero tener una mujer perfecta porque los defectos son los que emocionan una vida. Sí no hubiera tristeza, no sabrías valorar lo que has conseguido alrededor de los años. Pensaba en conseguir en amor porque quiero sentir algo por alguien y que alguien sienta algo por mí. Así nos odiemos en un momento, le agradeceré por siempre estar en mi vida.

Llegará un momento, entonces, en el que tendré su pelo sobre mi pecho, llorando porque no puede cumplir uno de sus deseos, y diré que he tenido éxito en el amor

martes, 28 de junio de 2011

Alguien Pégueme

Un tambor, una bolsa, un chicle. Quiero ser golpeado, pisado o mascado. Que vil porquería que me siento ahora. Necesito sangrar, necesito que alguien me revuelva mi cabeza. Necesito que alguien se vomite sobre mi corazón. Me acabo de masturbar, me ilusiono, me creo mis propias mentiras y sólo ahora a las 3 de la mañana, quiero que alguien me vuelva añicos. Quiero coger una cerveza y otra y otra y otra....y despertar en Cydonia. No quiero saber nada, sólo acabar con esto de una buena vez y empezar de cero. Parece que en el borde del abismo, el hombre reacciona o alguien lo salva. De lo contrario, tengo una autopista al infierno. Finalmente, estoy ganando dadas las posibilidades. Quiero ser guitarra que Townshend pueda romper, que Hendrix pueda quemar, que Armstrong pueda regalar. Quiero ser el Hombre-Araña, sólo porque el periódico mencionó que había muerto; además, Ramones canta mi canción...cool. No necesito de gente que baile en mi cara, de amistades regodeándose frente a mí. No necesito tragos cortos, sino botellas enteras que se derramen sobre un cuerpo que deje de producir semen. Sí, quiero que alguien me reinicie. Pero nadie ha podido hacerlo...entonces esto sólo son palabras