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martes, 28 de junio de 2011

Alguien Pégueme

Un tambor, una bolsa, un chicle. Quiero ser golpeado, pisado o mascado. Que vil porquería que me siento ahora. Necesito sangrar, necesito que alguien me revuelva mi cabeza. Necesito que alguien se vomite sobre mi corazón. Me acabo de masturbar, me ilusiono, me creo mis propias mentiras y sólo ahora a las 3 de la mañana, quiero que alguien me vuelva añicos. Quiero coger una cerveza y otra y otra y otra....y despertar en Cydonia. No quiero saber nada, sólo acabar con esto de una buena vez y empezar de cero. Parece que en el borde del abismo, el hombre reacciona o alguien lo salva. De lo contrario, tengo una autopista al infierno. Finalmente, estoy ganando dadas las posibilidades. Quiero ser guitarra que Townshend pueda romper, que Hendrix pueda quemar, que Armstrong pueda regalar. Quiero ser el Hombre-Araña, sólo porque el periódico mencionó que había muerto; además, Ramones canta mi canción...cool. No necesito de gente que baile en mi cara, de amistades regodeándose frente a mí. No necesito tragos cortos, sino botellas enteras que se derramen sobre un cuerpo que deje de producir semen. Sí, quiero que alguien me reinicie. Pero nadie ha podido hacerlo...entonces esto sólo son palabras

lunes, 6 de junio de 2011

Prudencia Se Volvió Gato

The sun is up, the sky is blue, it's beautiful, and so are you.

Maldita sea, ella es increíble. Soy pedante, loco, bruto. Soy y no soy muchas cosas, y ella sigue sonriendo. Su silencio, su rostro y su pelo. Esas ganas que me dan de recostarnos, de mirar por un instante, mientras estamos callados. No quiero que me diga nada, sólo que este 5 minutos mirándome a los ojos, pues el pájaro empezó su cantó. Salió el Sol. Iluminando cada cosa sobre mi mente. Quemando cada una de mis neuronas. Insolando todo mi corazón. Te deja la mente tostada. Y aún así, no sé que es ella. Porque ella puede ser noche. Ella es distinta, cuando no la siento a mi lado. Es morada...totalmente morada!!!! Púrpura, si lo prefieren. Deja de ser el amarillo que tanto me gusta, y la siento fuera de mi alcance.

Púrpura, rasguñas mis brazos y te largas. No hablas y prefieres bailar toda la noche. Quieres músculo, lo quieres a él. No es que quieres a alguien, sino a él. Y ya que no lo puedes tener, te vuelves rosada. Te acercas a los gatos. Esos que de noche, no necesitan de nadie, pues se bañan solos. Esos que experimentan, y se enloquecen; se enloquecen rasgando, jugando y volteando a lanas, alfombras y otros gatos. Esos que andan en pandillas, buscando por las calles, como sobrevivir. Porque eres gato callejero. Y cuando gatorreas por ahí, eres otra. Otra gaturrona que parece abrazarse en la noche con sus pares, mientras están en una caja creyendo que el mundo es de ustedes solas. Eres inalcanzable.

No digo que no me guste. Pues después llegas rosada, llamándome tierno. Desgarra mi corazón, dejando los últimos rastros de gato. Pero vuelves, pasando ahora tu mano humana, para acariciarla y sanarla. Odio los malditos gatos y no sé que porque te describí como tal, pero es que son las 2 de la mañana y ya no se qué pensar de ti. Soy un maldito huracán de sentimientos. Acostúmbrate, o será tarde y serás gato morado y rosado. Como el de Alicia, cagado de la risa, creyendo que por estar a mi lado, ya estaré perfecto. Pues esto no me parece suficiente.

Let me see you smile.