All I Need is the Girl

Llorar, que cosa más inútil. Oscuridad, que aburrida eres. Él se levantó, y de nuevo sonrió, esperando que alguien lo felicitara. Corre con tus amigos y diles que hoy es un nuevo día. Soñaste con ella, ha sido querida contigo, ve y la conquistas.

Un regalo le dí, y la conversación empezó. Su sonrisa de oreja a oreja, es algo sospechosa. No tiene sentido.

¿Me estás hablando de otro hombre? Soñé contigo, eramos felices, tú me abrazabas, yo dando regalos.

Pobre del hombre que esperanzado se levantó, y se engañó a sí mismo, para regresar con sus llanto a la oscuridad. A ese que a medianoche, irá descalzo a su cocina, sediento y se pondrá a pensar: lo tengo todo menos a una mujer. Por lo menos, lo tenía todo para que ese día fuera mejor.

Sí lo tuviera todo, la mujer de sus sueños no se habría tenido que ir. Así que sigue caminando, hasta tu cama de nuevo, y da tus últimos pasos en tus cómodas pantuflas, esta es la realidad, y se despide. Regresa a tus sueños y mira que nuevo futuro no posible se te presenta. Parece ser el único lugar donde eres totalmente feliz.

Para que, de nuevo, te levantes en la mañana, y te des cuento que el Sol ha salido, de nuevo, sólo para quemarte.

¿De nuevo? ¿Que no he hecho suficiente para merecer algo de tibieza sobre mi cuerpo?

Hiciste todo bien, excepto que, no te levantaste a tiempo. Ella desde su ventana te miraba a ver sí alguna vez te despertabas de tan estúpido sueño que te tuvo ocupado. Ella se fue, porque no te has puesto a mirar.

Siempre con tus ojos cerrados ¿no?